La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Misión en el Perú lamenta profundamente la pérdida de vidas humanas debido a las restricciones en el desplazamiento que se han venido presentando en el país y transmite sus más sinceras condolencias a las familias de las personas fallecidas. 
 
Es importante alertar sobre los peligros que implica para poblaciones en situación de vulnerabilidad (familias con niños, niñas, gestantes, adultos mayores, personas con discapacidad, personas con estado de salud deteriorada, refugiados y migrantes) permanecer por largos periodos en localidades con condiciones climáticas severas, con limitaciones en el acceso a la alimentación y sin las condiciones de abrigo necesarias. 

Solo en el mes de enero de 2023 murieron 7 migrantes haitianos, entre ellos un bebé de un año debido a una insuficiencia respiratoria aguda. Esta familia se encontraba de tránsito en la ciudad de Desaguadero, Puno, y debieron permanecer en dicha localidad al verse impedidos de continuar su viaje, lo que afectó gravemente su salud. 

Ninguna persona debería perder la vida en la búsqueda de seguridad, protección o nuevas oportunidades y hechos como este solo destacan las condiciones riesgosas que muchas veces enfrentan las personas refugiadas y migrantes en todas las etapas de sus desplazamientos. Por lo tanto, pedimos que se permita el tránsito humanitario en todo el territorio nacional y evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir. 

Desde la OIM, venimos trabajando de manera sostenida en el fortalecimiento de las capacidades técnicas y logísticas de las autoridades locales, lo cual permitió la donación de una ambulancia al Centro de Salud de Desaguadero, que cuenta con insumos y equipamiento médico orientados al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades respiratorias. Con ello se logró asistir en la respuesta a las necesidades de la comunidad peruana y migrante de la localidad.

Asimismo, la OIM reitera su compromiso de continuar brindando asistencia a las autoridades pertinentes a fin de contribuir a una migración segura, ordenada y regular y, junto a otras agencias de las Naciones Unidas, velar por la vida y los derechos de las personas refugiadas y migrantes.