Lima – Más de 500 personas participaron en la campaña de prevención contra el delito de trata de personas y sus formas de explotación, realizada en el marco del proyecto Eurofront financiado por la Unión Europea e implementada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM Perú) en coordinación con el Ministerio del Interior en el marco de un convenio suscrito para fortalecer la lucha contra el crimen organizado

La campaña se desarrolló, en la zona fronteriza de Desaguadero, en Puno, con el apoyo de la Policía Nacional con la finalidad de sensibilizar a la población sobre el tema e informar sobre los mecanismos de lucha que tiene el Estado para combatir este delito.

Con ese objetivo, personal policial de la comisaría de Desaguadero, entregó folletos con información, afiches y stickers fomentando también la denuncia ciudadana contra este tipo de crimen que vulnera los derechos fundamentales del ser humano al reducir su libertad y violar su dignidad como persona.

Asimismo, se colocaron afiches en puntos estratégicos como el terminal terrestre de Desaguadero, la oficina de Migraciones, el Centro de Emergencia Mujer y stickers en mototaxis, ambulancias y otros puntos fomentando la denuncia a través de la llamada gratuita, las 24 horas, a la línea 1818.

El proyecto Eurofront trabaja en siete países y cuatro cruces fronterizos de Sudamérica, siendo uno de ellos la frontera entre Perú y Bolivia y tiene dentro de sus objetivos mejorar la gestión de fronteras, fortalecer la lucha contra delitos de crimen organizado con especial énfasis en la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, entre otros.

Como parte de sus actividades, el proyecto entregó el material informativo, con mensajes alusivos a las formas más comunes que emplean las redes de trata de personas para captar a sus víctimas.

La trata de personas debe ser entendida como un proceso que comienza con la captación de la persona y culmina con la explotación de la misma; que por sus características e invisibilidad, constituye un crimen que no se denuncia, porque la víctima tiene miedo a las represalias.