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IDAHOBIT: una conmemoración que busca eliminar la homofobia, transfobia y bifobia

 

La OIM trabaja activamente para incrementar sus programas y su nivel de apoyo a las personas migrantes LGBTIQ+ a fin de brindar asistencia en la lucha contra la discriminación y la violencia que deben enfrentar. #UnidesEnLaDiversidad 

 

Cada 17 de mayo se conmemora el IDAHOBIT, el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia, la Bifobia y la Intersexfobia a con el objetivo de coordinar acciones para visibilizar las problemáticas y retos que presentan las personas homosexuales, bisexuales y transexuales, y de esta forma hacer avanzar sus derechos en todo el mundo.  

Hanna García es parte de la comunidad LGTBIQ+ y vive en Perú desde 2018. Ella es una mujer transgénero venezolana, bailarina de profesión y cero positiva, que se vio obligada a migrar debido a la falta de terapia antirretroviral (TAR) en su país. El TAR es el tratamiento que le permite a las personas infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) tener una vida más larga y saludable, y ayuda a reducir el riesgo de transmisión del VIH. 

En Venezuela, Hanna estudió en la Universidad de Los Andes, en el Estado de Mérida, danza y artes del movimiento. En Perú, hace dos años, encontró la posibilidad de trabajar como moza en un restaurante y aprender de cocina, que es una actividad que también disfruta mucho. 

“En mi país tuve una vida como chico gay. Yo comencé mi transición en Lima, en octubre del 2022. De hecho, entré a Perú como una persona con género masculino, con mi orientación y mi género, y la expresión como tal también, luego pasé por un proceso no binario, para descubrirme como una persona trans, gracias a la comunidad de la que soy parte”, cuenta. 

 

Las personas LGBTIQ+ pueden tener que enfrentar discriminación, estigma y violencia en sus países de origen durante su viaje migratorio y en sus comunidades de acogida. Es necesario contar con legislación, políticas y medidas adecuadas para poder garantizar que nadie sea dejado atrás, y que la dignidad de todas las personas sea respetada en todo momento.  

 

Recién llegada a Perú, se sorprendió de la gran acogida que le dieron en el país. Por ser parte de una población de riesgo, además, el Ministerio de Salud la incluyó entre las personas que reciben la TAR, aunque Hanna también espera recibir tratamiento hormonal. 

“Mi país tiene una cultura bastante machista y es difícil para una chica trans andar por la calle sin que te griten cosas. Eso también es violencia. En Perú, la gente es más tranquila, la mayoría solo te mira. La discriminación más fuerte viene por ser venezolana y hasta en el sistema de salud eso se puede sentir”, dice. 

La Comunidad Ballroom, movimiento internacional que tiene tres años en Perú, ha sido el grupo de acogida más importante para Hanna como mujer trans: "estar ligada a esta comunidad ha sido muy lindo, es como tener a tu familia, porque te valoran, te enseñan y te quieren”. La organización Cero Positivo la ha ayudado también a estar al pendiente de sus temas de salud y a ser responsable en ese aspecto. 

Para Hanna, los grandes retos que enfrenta la comunidad migrante LGTBIQ+ son la falta de información sobre oportunidades de trabajo, trámites migratorios y apoyo psicológico. Temas especialmente importantes en los adolescentes de 14 o 15 años, miembros de la comunidad LGTBIQ+, que están migrando desde Venezuela y traen consigo muchas carencias. “Vienen con sueños, con ganas de estudiar, con ideas de lo que quieren hacer con sus vidas, pero son unos niños, y hay que guiarlos, tenemos que ayudarlos”, recalca; por ello hoy más que nunca, el mensaje que transmite esta fecha es que vivamos todos "Siempre juntes, unides en la diversidad".