• La iniciativa tuvo como objetivo mejorar el acceso a los servicios básicos de salud de la población más vulnerable del país y brindar asistencia de emergencia a refugiados y migrantes de Venezuela en el contexto de la pandemia de la Covid-19.

Durante nueves meses, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Perú desarrolló unos de sus proyectos más desafiantes en materia de salud, por la magnitud de la implementación y el alcance territorial de las acciones realizadas.

La “Respuesta Humanitaria ante la Covid-19 en Salud, Higiene y Protección para Refugiados y Migrantes en el Perú” fue una iniciativa humanitaria que tuvo como objetivo mejorar el acceso a los servicios básicos de salud de la población más vulnerable del país y brindar asistencia de emergencia a refugiados y migrantes de Venezuela en el contexto de la pandemia de la Covid-19. Con ésta, se alcanzaron metas importantes en la entrega de suministros básicos de agua, protección e higiene, además de fortalecer las capacidades de respuesta del Ministerio de Salud mediante la entrega de equipos médicos y 12 ambulancias, que se pusieron al servicio de las personas refugiadas y migrantes, así como de las comunidades de acogida peruanas.

Entre los grandes logros del proyecto están la cobertura geográfica del proyecto y el grado de colaboración que se alcanzó con las instituciones de salud.

Las acciones se desarrollaron en 12 regiones del país, lo que implicó un gran desafío porque en muchas de esas zonas la OIM no tenía presencia, de modo que este proyecto permitió llegar a gran parte de la población refugiada y migrante dispersa en distintos puntos del país.  La estrategia seguida, además, se enfocó en determinar, en conjunto con las instituciones de salud, las necesidades que la OIM podía cubrir a partir de los recursos que otorgaba el proyecto, lo que potenció el trabajo colaborativo tanto a nivel ministerial como con pequeños centros de salud.

Los dos pilares del proyecto

Esta iniciativa tuvo dos pilares de trabajo. El primero fue el de asistencia humanitaria directa, tanto en materia de atenciones de salud como acciones de protección para las personas más vulnerables, además de la entrega de suministros de agua, higiene y saneamiento (WASH, por sus siglas en inglés).

Aunque la meta inicial era entregar unos 23 mil kits de higiene para la prevención de la Covid-19, se logró donar más de 42 mil. De este modo, se alcanzó a 74,395 beneficiarios (324% por sobre la meta) al sumar la entrega de transferencias de dinero en efectivo para la compra de productos de higiene (CBI WASH), que les permitiera a las personas implementar medidas de resguardo ante la Covid-19, en una etapa en la que la pandemia seguía muy activa.

Aunque la entrega de CBI WASH no se había realizado a nivel de las regiones, esta estrategia fue vital para atender a aquella población que camina durante semanas para alcanzar su destino, que viaja en malas condiciones y que, en el camino, es víctima de violencia y robos; y para quienes un kit de productos de higiene (que podía pesar hasta 5 kilos), más que una ayuda podía ser una carga. 

Esta iniciativa no dejó de lado el fortalecimiento institucional y actividades vinculadas a la integración y a la sostenibilidad del acceso a la salud. Esto se logró mediante la implementación de Puntos de Atención y Orientación (PAO), fijos y móviles, donde 31,421 personas recibieron asistencia, lo que casi triplicó la meta original de 12 mil atenciones primarias de salud para la población migrante y refugiada, y que en muchos casos permitieron detectar problemas de salud incipientes, como hipertensión, diabetes o anemia.

Más allá de la detección oportuna, lo que se buscó fue brindar estrategias para que esa medicina preventiva evite un mayor deterioro en la salud de una población que es totalmente vulnerable. Para apoyarles, además, se realizaron 1,172 transferencias monetarias (CBI salud) destinadas a cubrir necesidades básicas como citas médicas o exámenes.

El segundo pilar del proyecto fue el fortalecimiento de capacidades de las instituciones públicas de salud mediante la donación de más de 33 mil insumos médicos y equipos biomédicos, tanto para diagnóstico como para tratamiento, a más de 60 establecimientos de salud entre hospitales, centros de salud y laboratorios.

En esta campaña, dichos establecimientos participaron en la toma de decisiones sobre los insumos que requerían como donación, lo que para OIM significó crear una red de proveedores capaces de suplir las necesidades de cada institución, en las 12 regiones abarcadas, lo que incluía equipos de protección personal, cabinas de bioseguridad para procesar muestras biológicas complejas o potencialmente infecciosas, ecógrafos, incubadoras, mobiliario básico y equipos de laboratorio complejo, entre otros. 

Adicionalmente, se donaron 12 ambulancias urbanas y rurales, con equipamiento de alta complejidad, a fin de garantizar la inclusión de la población refugiada y migrante en caso de emergencias médicas.

Esta iniciativa fue liderada por la OIM Perú, con el apoyo financiero de la Oficina de Población, Refugio y Migración del Departamento de Estado de los Estados Unidos (BPRM por su sigla en inglés).