Comunicado
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Estudio de OIM Perú revela situación de las personas migrantes que viven con VIH en el país

  • La finalidad del informe fue generar data que aporte a la generación de políticas públicas en favor de estas personas.

Con el objetivo de generar información que sirva para conocer la situación de las personas refugiadas y migrantes que viven con VIH y sífilis en el Perú, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Perú desarrolló la primera encuesta bioconductual entre población migrante venezolana que vive en Lima, Callao y Trujillo. 

Entre los resultados, el informe arrojó que la prevalencia del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en esta población mayor de 18 años es superior (1.01%) a la reportada por las autoridades de salud en el caso de la población adulta peruana (0.3-0.4%). Mostró también que la prevalencia de sífilis y de sífilis activa en población migrante es superior (0.8%-0.9%) a la reportada en población peruana (sífilis activa: 0.5%). 

Existen ciertos factores de riesgo y condiciones de vida de la población migrante que explican estos resultados, por ejemplo, tener relaciones sexuales sin preservativo, una alta prevalencia de cuadros de ansiedad y de depresión, así como un elevado consumo de alcohol y drogas. 

A mayo de 2019, alrededor de 1,600 personas venezolanas estaban viviendo con VIH en Perú. A diciembre del 2021 ya se contabilizaban 8,000. Las estadísticas del MINSA, a nivel país, muestran que, en 2021, había alrededor de 96 mil personas mayores de 15 años viviendo con VIH.  El MINSA también informó que alrededor de 3,951 personas venezolanas viviendo con VIH estaban recibiendo tratamiento antirretroviral (TAR). 

La OIM Perú desarrolló esta encuesta con la finalidad de generar estimaciones de acuerdo a las metas planteadas por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida. La encuesta también recogió información de diversos componentes clínicos, conductuales, sociodemográficos, de acceso a servicios básicos y de salud enfocados en la población migrante venezolana, que permitan colaborar en la generación de políticas públicas en favor de estas personas. 

Dentro de las recomendaciones que desarrolla el informe de la OIM están la de facilitar el acceso a servicios de prevención y diagnóstico, así como la inclusión de agentes comunitarios migrantes que ayuden a llegar hasta esta población. La OIM recomienda también asegurar el acompañamiento de casos y acceso a tratamiento oportuno, además de apoyar la realización de los exámenes auxiliares para dar inicio al TAR. Este último punto fue identificado como limitante para el inicio del tratamiento debido al costo de dichos exámenes. 

Otros temas de salud que afectan a la población migrante venezolana destacados en el estudio de la OIM son los casos de tuberculosis y los problemas de salud mental.  

Ciertos determinantes sociales pueden incrementar el riesgo en estas personas de adquirir tuberculosis, como vivir en la pobreza y en condiciones de hacinamiento, por lo que se deben articular acciones con el MINSA y municipios para la búsqueda activa de casos y la detección temprana. En el caso de la depresión y ansiedad, la prevalencia reportada por migrantes venezolanos es tres veces mayor a la reportada en población peruana durante la pandemia, por lo que es indispensable que se facilite el acceso a estos servicios, incluyendo diagnóstico y atención de salud mental. 

El proyecto “Encuesta Bioconductual (BBS) entre migrantes venezolanos que vive en Lima/Callao y Trujillo” fue desarrollado en conjunto con la Organización Socios en Salud (SES) y gracias al apoyo financiero del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos.