En el marco de la pandemia por la COVID-19, se prevé apoyar a casi 680,000 personas refugiadas y migrantes en estado de vulnerabilidad.

Lima – El Capítulo Perú del Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes de Venezuela (RMRP, por sus siglas en inglés) tiene como objetivo complementar los esfuerzos del gobierno peruano y brindar asistencia humanitaria a las personas refugiadas y migrantes más vulnerables en el Perú, así como apoyar a sus comunidades de acogida.

Este Capítulo Perú fue elaborado por el Grupo de Trabajo para Refugiados y Migrantes (GTRM) --co liderado por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)-- y que reúne a 80 organizaciones que trabajan para ayudar a estas poblaciones en Perú.

Perú es el segundo país de destino de refugiados y migrantes de Venezuela en el mundo, y el que registra el mayor número de solicitantes de refugio con casi 500,000 personas. Para fines de 2021, el GTRM prevé que cerca de 1,1 millones de refugiados y migrantes de Venezuela residirán en el país.

En este contexto, el Plan de Respuesta hace un llamado a la comunidad internacional para reunir 275 millones de dólares para coadyuvar al Gobierno de Perú y proveer de apoyo a 680 mil refugiados y migrantes y su comunidad de acogida, considerados población vulnerable.

Los fondos serán direccionados para disminuir el hambre y la desnutrición, ampliar el acceso a servicios de salud, garantizar el acceso de niñas y niños a educación, proveer albergue, agua y saneamiento, así como el acceso a medios de vida y oportunidades de trabajo decente para las personas refugiadas y migrantes, especialmente vulnerables en estos tiempos.

“La pandemia ha tenido un grave impacto en la vida de las personas refugiadas y migrantes venezolanas. La tasa de pobreza de esta población se proyecta que aumentó de 18 a más de 90 por ciento, confirmando las preocupaciones de nuevas limitantes para poder alimentarse más de dos veces al día, el acceso a educación, sobre todo a distancia, la atención de la salud e incluso a procesos de regularización con costos que muchos no han podido afrontar. Para paliar las necesidades mínimas, todas las organizaciones estamos trabajando de la mano y de manera articulada con el Gobierno peruano, pues será la única forma para salir de esta situación”, aseguró el Representante de ACNUR, Federico Agusti.

Por su lado, el Jefe de Misión de la OIM en el Perú, Jorge Baca Vaughan, señaló que “en el contexto de la pandemia, los socios del GTRM Perú hemos continuado asistiendo a la población vulnerable, como complemento a los esfuerzos del gobierno e incluso articulándonos con el sector privado para la distribución de alimentos. El reto para el 2021 es fortalecer esta coordinación a través del GTRM y seguir orientando nuestras acciones hacia tres pilares fundamentales: la asistencia humanitaria, la regularización y la integración, a favor de los refugiados y migrantes”.