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Campaña “Sin Estereotipos hacia la Integración” busca derribar mitos contra mujeres refugiadas y migrantes venezolanas

  • La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) realizó un taller para identificar los principales problemas que aquejan a estas mujeres.

El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en alianza con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Perú, lanzó la campaña #SinEstereotipos hacia la integración con la que busca visibilizar los principales obstáculos, prejuicios y estereotipos que enfrentan las niñas y mujeres refugiadas y migrantes venezolanas en las comunidades de acogida.

En el Perú, hay 1.5 millones de refugiados y migrantes provenientes de Venezuela, de los cuales, el 58% son mujeres, que ven cómo se incrementan las posibilidades de ser víctimas de violencia basada en género debido a estos prejuicios y estereotipos.

Como parte de la campaña, se realizó un taller con mujeres migrantes y refugiadas venezolanas, en el que se concluyó que la principal problemática que las afecta son los estereotipos relacionados con la hipersexualización. En temas relativos a salud, trabajo y vida doméstica es donde ellas tienen que lidiar de manera continua con estos prejuicios.

Martha Fernández, presidenta de la Asociación Peruana de Migrantes Venezolanas (APPV) y participante del taller, comentó que los estereotipos del imaginario social han hipersexualizado a la mujer refugiada y migrante venezolana, causando que en muchos casos los funcionarios no las crean merecedoras de protección internacional. “Es urgente trabajar en una campaña que visibilice esta problemática y dignifique a las mujeres refugiadas y migrantes venezolanas por el simple hecho de ser mujer”, destacó.

Para Milauris Flores, quien también asistió a la sesión de trabajo, es importante visibilizar los estereotipos hacia la mujer en general, pero sobre todo hacia la mujer migrante venezolana, ya que se encuentra en una posición más vulnerable y porque esos estereotipos hacen que el proceso de integración sea más lento y complejo.

Durante el taller, las participantes también destacaron otras consecuencias que sufren las mujeres refugiadas y migrantes a raíz de los estereotipos en los que son encasilladas: se invalidan sus voces y demandas, se aumenta el riesgo de que sufran agresiones verbales, violencia psicológica, acoso y violencia sexual. También pueden ser revictimizadas, ya que los estereotipos legitiman la idea de que ellas son responsables de las violencias que sufren.

Al mismo tiempo, estas situaciones las limitan y exigen autorregulación de su imagen y su personalidad, llevándolas a hablar en otro tono, vestir de otra forma, participar menos o permanecer calladas.

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